Volví, me tomé vacaciones, dejando a estos giles del Manocontrol tranquilos pero no hay caso, son uno peor que el otro. Han pasado cosas en estos meses pero no decía nada porque me dan lástima estos viejos que se agachan para tirar un autito y encima, son más malos que la mier...
Esta guerra empezó en Facebook, hay un profesional, casi local cuando se corre en Imperio (en realidad, no se nota porque es un desastre), que según pude averiguar, se tomó venganza de un pseudo profesor de secundaria de un colegio de Floresta. Resulta que este último, en alguna ocasión, hizo un comentario por esa red social sobre la actualidad del equipo del profesional, que a éste le molestó. No se quejó pero espero la oportunidad para vengarse.
Lo primero que hizo es hacer como que quería parar el auto del ¿profesor? y aprovechó para romperle el alerón delantero. Este último daba vueltas en el aire, se revolcaba en el piso y el otro, haciéndose el inocente y aprovechando que venía un tercero caminando, le revoleó el auto al piso otra vez, terminándolo de romper todo. Para qué, el ¿profe? saltaba más que Poroto Cubero cuando se levantó a Nicole Neumann, el auto se lo arreglaron el Cuervo y el pollerudo de San Justo, tipo odiado si los hay en el ambiente. Así pudo correr.
Pero el capítulo final lo conoceremos el sábado, dicen que el dañino de Villa Santa Rita hace prácticas ocultas y que el broche final fue el de conjurar para que al ¿profe? se le caiga el pelo... La semana que viene les cuento... Este sábado tengo que espiar a estos vagocontroleros en el Autódromo y, de paso, ver la cabeza del ¿profe?
